Si de vez en cuando te sientes pesada, lenta y con los párpados pesados, bueno, seguro no dormiste bien. Pero si esto te pasa diario y de repente te empiezas a quedar dormida en la oficina o a la mitad de clase, es importante que analices qué factores podrían estar contribuyendo al cansancio extremo.
Obviamente, dormir 8 horas influye en que nos despertemos descansadas y radiantes, pero las invitamos a checar otras 4 razones por las que podrías sentirte exhausta.
Deshidratación
Una deshidratación moderada puede hacer que te sientas perezosa y te sea muy difícil concentrarte. La próxima vez que andes muy dispersa y tengas la cabeza en otro lado, no asumas que es porque no dormiste bien o porque te hace falta comer algo. Mejor toma uno o dos vasos de agua fría, te despertarás y aliviarás esa leve deshidratación.
Celular
Si checas tu celular antes de dormir amplificas tu actividad cerebral, lo que difícil que logres descansar mientras duermes. Además la luz azul artificial de ese tipo de aparatos puede suprimir la melatonina, que es la hormona del sueño. En el 2011 una encuesta conducida por la NSP, arrojó que el 20% de las personas entre 19 y 29 años, se despiertan en la noche por mensajes de texto, mails, o IM, varias veces por semana. Así que mejor deja lejos el celular y si es hora de dormir, no te despiertes a media noche para checar si alguien te mando mensajes.
Hierro
Este mineral es el encargado de llevar oxígeno a todo el cuerpo y limpiarlo de lo que ya no ocupa. Si no estás consumiendo los 18 miligramos mínimos al día, tu cuerpo puede tener problemas para funcionar correctamente y seguro comenzarás a sentirte cansada; los niveles bajos de hierro en la sangre reflejan algún grado de anemia. Para estar segura visita a un doctor, y él te indicará el mejor tratamiento.
Ejercicio
Hacer ejercicio es una gran manera de eliminar el cortisol, la hormona del estrés. Pero cuando exageramos y llevamos nuestro cuerpo a un punto donde en realidad podemos revertir el efecto del ejercicio y provocar un aumento de cortisol.
Les recomendamos un entrenamiento donde combinen ejercicios de resistencia y cardiovasculares, para que obtengan lo mejor de ambos mundos, sin arriesgar el estado de su cuerpo.
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