Últimamente son más las personas que tienen perro, que aprecian lo que nos pueden dar en nuestras vidas, cada vez podemos ver a más gente paseando a sus perros en parques y calles.
Van caminado felices, haciendo nuevos amigos, tanto los dueños como los mismos perros, aprovechando un día con buen clima, haciendo ejercicio o tomando un café con su perro a los pies. Teniendo un excelente pretexto para ir a caminar y platicar con un extraño: ¿qué raza es?, ¿cómo se llama?
Cada vez hay más gente que cuida y aprecia a sus mascotas, que está a favor de la protección de animales, que odia a los que maltratan a los perros, que busca adoptar a perros y que puede llegar a tener una discusión fuerte hablando sobre el respeto a los animales.
Pero qué pasa con estas personas cuando vas caminado en uno de estos camellones de algunas colonias en las que está de moda tener perro y te encuentras con que sus dueños no recogen lo desechos del perro, cuando los parques están pisoteados y embarrados de desechos y no puedes caminar tranquilo, cuando aunque haya basureros especiales para depositarlos hay gente que sigue sin recoger.
Se podría decir que sólo son los perros callejeros los causantes de este problema, pero desgraciadamente no. Muchos de estos desechos son de perros que se supone son cuidados por estas personas que aman y respetan a los animales.
Pero parece que no aman y respetan el medio ambiente de igual manera que a su perro. Entonces el olor de los restaurantes se combina con el olor a sucio de parques y camellones, escapes de los coches, tacos de la esquina, entre otras cosas. Una no muy buena combinación para el ambiente y para nuestro cuerpo.
¿Qué pasó con el respeto ahí? Porque no sólo es respetar a los animales, nosotros creemos que también debemos de respetar el medio en el que vivimos y así como no tiramos basura, no debemos de dejar los desechos de nuestros perros. ¿Qué sentido tiene que tengamos áreas verdes en la ciudad si no se puede caminar por ellas sin embarrarte los zapatos? Además de que contaminan todavía más el aire de la Ciudad de México.
El tener un perro también implica responsabilidades, no sólo seguir una moda y llevar una correa con tu perro para poder pasear. Algunas de estas responsabilidades pueden no gustarnos tanto. En la actualidad se habla mucho sobre el respeto al derecho de los demás, a no aspirar el humo del cigarro de otro, a respetar los lugares donde no se permiten niños, a tratar de no hacer ruido, etc. Igual es de importante el respetar el derecho de los demás de caminar por su cuadra sin que esté sucia y respirar un poco de aire “limpio”.
Pero claro que no todos son así. El otro día caminando en la calle, vi a un señor paseando a su perro, un pastor inglés peludo y algo serio. Ahora se pueden ver a muchas personas paseando a su perro, pero lo que noté diferente es que este señor llevaba una bolsa de plástico llena de basura. Entonces lo observé y me di cuenta de que se agachaba constantemente, esto era porque mientras paseaba a su perro aprovechaba para recoger la basura que se encontraba tirada en la calle.
¿Qué opinan? Una gran diferencia.
Ojala podamos ser cada vez más las personas como este señor que quiere contribuir con su actitud responsable y amable al medio ambiente.
Via: vagabundaurbandogs
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